Retirarse o continuar trabajando.

El tema del retiro es algo serio a tener en cuenta, principalmente debido a todas las implicaciones que conlleva más allá de la decisión sobre cuándo dejar de trabajar. Algunas de las consecuencias son financieras; otras son personales; mientras otras son de carácter social.

Vamos a definir algunos términos antes de examinar este tema más a fondo:

Según la Administración del Seguro Social, la “edad de retiro” es la edad a la que se comienza a recibir beneficios de jubilación del Seguro Social. Bajo la normativa vigente, usted puede comenzar a recibir beneficios a la edad de 62 años (aunque sería a una tasa significativamente reducida ). Sin embargo, si pospone la solicitud del Seguro Social y continúa trabajando hasta los 70 años, estaría permitiendo el aumento de su beneficio mensual al momento de recibirlo.

Así que dependiendo de sus circunstancias financieras, si dependiera en gran medida de los ingresos del Seguro Social en su retiro tendría sentido continuar trabajando hasta los 70 años , y, de esa manera pueda recibir el mayor beneficio posible.

“Edad a la que una persona deja trabajar” es  la edad a la que uno decide dejar la fuerza laboral y no trabajar más. Existen innumerables razones por las que una persona elige dejar de trabajar. Podría ser producto de un desgaste físico, emocional o mental, pudieran ser problemas relacionados con una discapacidad, o tal vez tuvieron éxito en los negocios, o manejaron sabiamente su dinero, y ahora desean seguir sus pasiones personales.

Cualquiera sean las razones para dejar de trabajar, hay consecuencias en esta decisión. Como se mencionó anteriormente, dejar de trabajar a una edad temprana afectará la cantidad de beneficio que una persona recibirá del Seguro Social. 

Si eso no es una preocupación, una persona rica tendrá que asegurarse más todavía  de que tiene fondos suficientes para el resto de su vida, dado que tiene la intención de no trabajar más. Ese tema puede dar lugar a una serie de problemas un poco complicados, que un planificador financiero puede ayudar a explicar e implementar con éxito.

El valor del trabajo

Además de todas las implicaciones financieras que afectan  la cuestión de la jubilación, también está la cuestión del trabajo en sí.

Para algunas personas, el trabajo define quiénes son y presentan dificultades para concebir un momento en el que no estarán trabajando. Para otros, el trabajo es simplemente una manera de ganar dinero, de mantenerse a sí mismos y proveer para sus familias. Pueden trabajar muy duro durante 25-30 años para ganar y ahorrar lo suficiente para de esa manera disfrutar de una jubilación cómoda. Otros están dispuestos a sacrificarse económicamente para perseguir sus pasiones personales.

El punto es que el trabajo significa algo diferente para cada persona y cada una de ellas tiene que decidir por sí misma qué importancia ocupa el trabajo en sus vidas. También tienen que decidir cuáles son sus metas personales y qué tipo de retiro quieren para su pareja y para sí mismos. 

Trabajar durante el retiro

Algo que se ha vuelto bastante común es el fenómeno de los retirados que continúan trabajando después del retiro, por lo general a tiempo parcial. Típicamente lo que sucede es que una persona se retirará y después de seis meses más o menos, deciden que una vida de ocio no es para ellos. Prefieren regresar a trabajar.

Tan omnipresente es este fenómeno que hay empresas de reclutamiento que se especializan en la colocación de trabajadores mayores y jubilados. FlexJobs es una de esas empresas que está colocando activamente a las personas mayores que todavía desean trabajar. Y hay varios otros incluyendo SeniorJobBank y WorkForce50.

Los adultos mayores son trabajadores  muy apreciados y valorados por su vasta experiencia, su ética de trabajo y su disposición a guiar a los trabajadores más jóvenes. Para los adultos mayores, trabajar en el retiro es una manera de ganar un poco de dinero extra para reforzar sus ingresos mensuales, y una manera de mantenerse activo y socialmente comprometido. Es un ganar-ganar para ellos.

La jubilación no es una edad o  un número.

En cierto momento, era típico de esperar que las personas se retiraran a los 65 años de edad. Golpeaban este número mágico y eso era todo: independientemente de su salud, valor para la empresa o preferencias personales eran terminados en el lugar de trabajo.

Y aunque algunas empresas todavía insisten en el retiro obligatoria a los 65 años, esa percepción está cambiando. Las empresas están empezando a darse cuenta del valor de la experiencia y también reconocen que las personas de 60 años de hoy son más productivas, activas y saludables que las de generaciones anteriores. Por lo tanto, ahora parece haber una mayor flexibilidad en el tema de la edad en el lugar de trabajo.

Al mismo tiempo, las personas están repensando lo que significa para ellos el retiro. Una vez más, hubo un tiempo en que se esperaba que las personas trabajaran muy duro durante su vida, ahorraran e invirtieran sabiamente su dinero , y luego se retiraran para no hacer nada más que relajarse y disfrutar de su tiempo libre.

Y eso está bien, pero muchas personas están decidiendo que preferirían emprender actividades más valiosas o significativas en el plano personal; desde el activo voluntariado en proyectos alrededor de todo el mundo, hasta la orientación o enseñanza  de los jóvenes, etc., o participar en esas pasiones que fueron pospuestas con el fin de cumplir con otras responsabilidades durante la vida laboral.

En lugar de una edad o un número específico, prefiero pensar en la edad del retiro como un momento en el que llegas a un punto en la vida donde tus ingresos y riquezas te permiten satisfacer tus necesidades y obligaciones para así tener la libertad y tranquilidad que tanto se merece. Cada uno de nosotros tiene el derecho y la libertad de elegir cómo será su retiro.

Invertir implica riesgos y las personas deben considerar cuidadosamente sus objetivos a la hora de hacer una inversión, nunca confíe en un solo gráfico o pieza publicitaria a la hora de tomar decisiones. La información contenida en este documento está destinada únicamente a la información, no es una recomendación para comprar o vender, y no debe considerarse como asesoramiento de inversión. Póngase en contacto con su asesor financiero si tiene preguntas sobre sus necesidades y circunstancias específicas.

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